𝔼𝕝 𝕤𝕦𝕖ñ𝕠 𝕕𝕖 𝕦𝕟𝕒 𝕤𝕠𝕞𝕓𝕣𝕒
editado por @edicionescarena
264 páginas.
Cuando esta novela llegó a mí a través de su autora, hallábame inmersa en una vorágine de libros de fantasía, y pensé que me iría bien para desconectar.
Sin embargo, lejos de una simple desconexión, lo considero un texto maestro. ¿Por qué? Porque habla de la vida y te regala enseñanzas impagables. No es solamente una novela autobiográfica, es una novela vital que destila sabiduría, experiencia y también aventura.
La trama comienza con los predecesores de Alexandra y termina en uno de sus momentos quizás más duros de asimilar.
Con ella salimos de España (Barcelona, su hogar natal) y viajamos a Alejandría en Egipto, a Chipre, a Dubai y hasta la isla de Java.
Con esta premisa para mí además de ser un libro biográfico es un libro de viajes y gracias a él he conocido lugares que me quedaron pendientes. Pero también personas interesantes como algunos gurús espirituales que sacarán todo el potencial místico de su autora. Conocemos anécdotas de cada lugar, algunas maravillosas, otras terribles y algunas denunciables.
Si bien en la primera parte tiene mucho peso la historia familiar, a partir del momento que ella comienza a desarrollar su profesión, toma las riendas de su vida y se convierten en protagonista absoluta. Finalmente, ella misma forma su propia familia de la que sin duda se siente orgullosa.
El estilo de Alexandra es fresco y hasta diría de crónica periodística pero, sin duda, está barnizada con una sensibilidad y un mimo que ha sido un placer deslizarme por sus páginas.
Evidentemente, aunque su núcleo familiar está en Barcelona, ella es una ciudadana del mundo y el mundo agradece que haya vivido tan intensamente.
Y a pesar de que hay muchas frases para enmarcar a lo largo de la novela, ninguna me ha parecido tan significativa como esta.
"No podemos cambiar nada cuando nuestra alma se va, pues el tiempo del cambio es en este mundo y con nuestras circunstancias". Pratheep
Una gran dama de alma sabia.
Recomendado a lectores que desean evolucionar o simplemente disfrutar de la vida.
Cuando esta novela llegó a mí a través de su autora, hallábame inmersa en una vorágine de libros de fantasía, y pensé que me iría bien para desconectar.
Sin embargo, lejos de una simple desconexión, lo considero un texto maestro. ¿Por qué? Porque habla de la vida y te regala enseñanzas impagables. No es solamente una novela autobiográfica, es una novela vital que destila sabiduría, experiencia y también aventura.
La trama comienza con los predecesores de Alexandra y termina en uno de sus momentos quizás más duros de asimilar.
Con ella salimos de España (Barcelona, su hogar natal) y viajamos a Alejandría en Egipto, a Chipre, a Dubai y hasta la isla de Java.
Con esta premisa para mí además de ser un libro biográfico es un libro de viajes y gracias a él he conocido lugares que me quedaron pendientes. Pero también personas interesantes como algunos gurús espirituales que sacarán todo el potencial místico de su autora. Conocemos anécdotas de cada lugar, algunas maravillosas, otras terribles y algunas denunciables.
Si bien en la primera parte tiene mucho peso la historia familiar, a partir del momento que ella comienza a desarrollar su profesión, toma las riendas de su vida y se convierten en protagonista absoluta. Finalmente, ella misma forma su propia familia de la que sin duda se siente orgullosa.
El estilo de Alexandra es fresco y hasta diría de crónica periodística pero, sin duda, está barnizada con una sensibilidad y un mimo que ha sido un placer deslizarme por sus páginas.
Evidentemente, aunque su núcleo familiar está en Barcelona, ella es una ciudadana del mundo y el mundo agradece que haya vivido tan intensamente.
Y a pesar de que hay muchas frases para enmarcar a lo largo de la novela, ninguna me ha parecido tan significativa como esta.
"No podemos cambiar nada cuando nuestra alma se va, pues el tiempo del cambio es en este mundo y con nuestras circunstancias". Pratheep
Una gran dama de alma sabia.
Recomendado a lectores que desean evolucionar o simplemente disfrutar de la vida.
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