𝔼𝕝 𝕝𝕖𝕘𝕒𝕕𝕠 𝕕𝕖 ℍ𝕖𝕚𝕤𝕖𝕟𝕓𝕖𝕣𝕘
editado por @caligramaeditorial
con 379 páginas
Género: ciencia ficción
¿Y si descubres que lo que estás viviendo es un sueño?...¿Y si al despertar hay un mundo más allá, o mejor dicho, muchos mundos? ¿Y si alguien es capaz de manipular tus recuerdos hasta el punto de convertirte en otra persona? ¿Y si el tiempo no existe y todo es un mismo tiempo pero múltiples estados?
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¿Te has quedado muert@, verdad? Pues eso es lo que me sucedió a mí cuando comencé a leer esta novela de ciencia ficción y me encontré un tratado de física cuántica con unas teorías apasionantes y unos sucesos que me dejaron con la boca abierta.
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Todo comenzó con una historia que no estaba mal, pero la notaba muy distante, no me transmitía apenas nada. Hasta que dio un giro en un capítulo en concreto y ¡oye! aquello fue una espiral de ir resoplando durante el resto de la lectura. Apasionante no, lo siguiente.
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Ha sido un libro que me ha hecho reflexionar y profundizar en todas las teorías actuales del universo, del verso, de la teoría de cuerdas y hasta de mi propia existencia.
Claro, todo lo que no está demostrado da pie a la fantasía y a cualquier suceso descabellado, pero en ello estamos. El día que dejen de ser teorías y se conviertan en leyes, vamos a flipar.
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Durante la lectura he tenido dos personajes favoritos: Fred, tremendo lo que le sucede, y Ben, de quien puedo decir lo contrario: tremendo lo que nos suceda a nosotros con él.
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El autor desarrolla la trama de una manera sencilla y pulcra, a veces tanto que congela el "feeling", pero lo subsana con bastante diálogo que da cercanía y ayuda mucho en la explicación de las teorías complejas.
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Me gusta cómo ha llegado a desarrollar explicaciones reservadas a científicos de manera tan depurada para que el público lector pueda llegar a entenderlo.
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Está claro que yo me he adentrado en la materia oscura y, siguiendo el principio de incertidumbre de Heisenberg, no sé qué va a pasar, pero me apunto a esa continuación que desvela el final, sin ninguna duda. Porque... ¡vaya cómo nos deja el autor!, creando una gran necesidad de continuar. 🧙
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¿Te has quedado muert@, verdad? Pues eso es lo que me sucedió a mí cuando comencé a leer esta novela de ciencia ficción y me encontré un tratado de física cuántica con unas teorías apasionantes y unos sucesos que me dejaron con la boca abierta.
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Todo comenzó con una historia que no estaba mal, pero la notaba muy distante, no me transmitía apenas nada. Hasta que dio un giro en un capítulo en concreto y ¡oye! aquello fue una espiral de ir resoplando durante el resto de la lectura. Apasionante no, lo siguiente.
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Ha sido un libro que me ha hecho reflexionar y profundizar en todas las teorías actuales del universo, del verso, de la teoría de cuerdas y hasta de mi propia existencia.
Claro, todo lo que no está demostrado da pie a la fantasía y a cualquier suceso descabellado, pero en ello estamos. El día que dejen de ser teorías y se conviertan en leyes, vamos a flipar.
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Durante la lectura he tenido dos personajes favoritos: Fred, tremendo lo que le sucede, y Ben, de quien puedo decir lo contrario: tremendo lo que nos suceda a nosotros con él.
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El autor desarrolla la trama de una manera sencilla y pulcra, a veces tanto que congela el "feeling", pero lo subsana con bastante diálogo que da cercanía y ayuda mucho en la explicación de las teorías complejas.
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Me gusta cómo ha llegado a desarrollar explicaciones reservadas a científicos de manera tan depurada para que el público lector pueda llegar a entenderlo.
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Está claro que yo me he adentrado en la materia oscura y, siguiendo el principio de incertidumbre de Heisenberg, no sé qué va a pasar, pero me apunto a esa continuación que desvela el final, sin ninguna duda. Porque... ¡vaya cómo nos deja el autor!, creando una gran necesidad de continuar. 🧙
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