ℍ𝕒𝕤𝕥𝕒 𝕕𝕠𝕟𝕕𝕖 𝕥𝕖𝕣𝕞𝕚𝕟𝕒 𝕖𝕝 𝕞𝕒𝕣 de Alaitz Leceaga
502 páginas
A pesar de ser una novela de intriga, yo la calificaría de sensaciones. El texto comienza con una tragedia como es el hundimiento de un barco de pesca, y la aparición del cuerpo de una joven idéntica a otra muchacha que desapareció muchos años atrás.
Tengo que decir que, personalmente, me ha encantado la narrativa de Alaitz. Se la podría tachar a veces de ritmo lento pero gracias a ello apreciamos más los detalles y características de forma más intensa. Yo la calificaría como la maestra de los ambientes.
Ha sido capaz con su narrativa de transportarme a las playas de Bizkaia con el olor a salitre y la brisa azotando mi rostro, así como oler el aroma a rancio y a muerte en el caserón de las Amara. Si llovía, mi cara se mojaba; si sonaba una canción, se me erizaba la piel.
La trama está tan bien llevada que sospechas de todos en ese misterioso pueblo, donde cada habitante guarda un secreto que no conocemos, y que en el transcurso de la novela se nos van a ir revelando. Secretos personales, rencillas, venganzas, nacimientos inesperados y secretos de familia que nos van a dejar ojipláticos.
Los personajes están muy bien dibujados. Conocemos de ellos sus motivaciones e intimidades. Me da la impresión que la autora nos dirige siempre hacia donde quiere que vayamos para luego dar unos giros inesperados.
La mezcla de mitología, le viene al pelo a la novela, como telón de fondo nos la presenta de manera muy dosificada y sin agobio. E, incluso, este final cerrado pero a la vez medio abierto que nos vuelve a dejar locos es otro punto a favor.
Todo ello hace que esta novela se convierta en una más de mis favoritas del año y no me arrepiento de haber tomado la decisión de participar en su lectura conjunta.
Recomendada para lectores que les guste el misterio bien narrado.
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