LA REINA DE ESPADAS, de Javier Más

𝔏𝔞 𝔯𝔢𝔦𝔫𝔞 𝔡𝔢 𝔢𝔰𝔭𝔞𝔡𝔞𝔰 de @javiermas71 

Editorial: Almuzara 

Págs: 320

Género: Novela histórica

Este autor no me defraudó en 𝔐𝔞𝔯í𝔞 𝔡𝔢 ℭ𝔞𝔰𝔱𝔦𝔩𝔩𝔞 y tampoco lo ha hecho con esta novela. Debo decir que me tiene enamorada con su narrativa.

La trama es muy sencilla: tiene un tablero de ajedrez sobre el que los personajes van a ser fichas movidas a su antojo por el destino o entre ellos mismos.
Asistimos a la manipulación ejercida por personajes históricos valiéndose de chantajes, utilizando amenazas pero también secretos de alcoba.
Los matrimonios reales o nobles, dirigidos a ampliar patrimonio carecían de sentimientos: el sexo se convertía en una herramienta más para conseguir estos fines.

Cabe destacar el empoderamiento de la mujer en la narrativa de Javier, donde las protagonistas femeninas superan en desarrollo y despliegue psicológico a los personajes masculinos. Incluso se ha permitido la licencia, dentro de su depurado rigor histórico, de convertir a una monja en investigadora, dentro de una sociedad básicamente masculina de puertas para fuera.

El ritmo de la novela es extraordinario. Utilizando capítulos cortos e introduce un recurso que ha aligerado más la lectura: las entrevistas a los personajes, a modo de confesión personal, en las que vemos el motor de sus actuaciones y estrategias. Eso me ha parecido un gran acierto, pues refleja perfectamente la falsedad en la que se vivía a nivel social y político en la época.

Los datos históricos no se pueden falsear y la pluma del autor se ha movido en este periodo con la agilidad del alfil y la contundencia del caballo en el tablero, para enlazar a modo de metáfora con el regalo final de un ajedrez entre reinas.

Pone de manifiesto extraordinariamente el poder de los consejeros, validos, favoritos que llegan a superar por sus propios intereses el poder de la realeza manipulándola a placer.

Y si hablamos de poder, nombremos a la espada Lobera que, cual Excalibur en el mito artúrico, emerge para ser símbolo de triunfo en un momento convulso y de inseguridad política... ¡Qué mejor título para la obra que La reina de espadas!
Enhorabuena, Javier, correcto, excelente y depurado trabajo.