EL INQUISIDOR DE BARCELONA, de Josep Mateu y Jordi Martínez

EL INQUISIDOR DE BARCELONA, de Josep Mateu y Jordi Martínez

Editorial: Autopublicación Létrame

Páginas 943

Género: novela histórica

Con EL INQUISIDOR DE BARCELONA de Jordi Martínez y Josep Mateu estamos ante un NOVELÓN tanto por tamaño como por calidad.

Cuando uno de los autores me comentó que era especial, pensé: ¡como todos!, todos los padres opinan que su hijo es el más guapo.

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Reconozco que tenía razón. La trama engancha y te sumerge en el ir y venir de las vidas y peripecias de los personajes.

Incluso cuando lees, te das cuenta que el famoso secreto que se convierte en leitmotiv de la narración (y que si eres un poco avispado puedes intuir), es lo de menos. Que lo importante y admirable es todo el engranaje de conexiones entre personajes y acciones que convergen en un todo magistralmente escrito y organizado.

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Una labor de documentación histórica extraordinaria y concienzuda, que se erige como trasfondo y decorado en el que los personajes se desenvuelven. No faltan detalles explicativos, puntuales y concisos, que son bien recibidos.

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El ritmo me ha parecido más que agradable, diría que hasta seductor. No cansa, no aburre, no es farragoso ni pesado, al contrario, cada capítulo que leía me motivaba más para leer el siguiente.

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Los personajes dibujados con genialidad, tan cercanos y humanos que era como ver un cuadro costumbrista. Enseguida empatizas con unos y odias a otros. Y alguna sorpresa de un personaje famoso que es decisivo, en cierta manera, para el desenlace final y que resulta simpático el detalle.

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La forma de escribir muy acertada. Los autores no se han perdido en descripciones ni relatos de momentos históricos de hojas y hojas de extensión, sino que ha sido todo como un devenir sobre la marcha que ha permitido un ritmo de lectura ágil, y ni eres consciente de toda la información que vas asimilando hasta que llegas al fin.

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Me gusta que hayan desarrollado acciones paralelas y diferentes espacios (Barcelona, Sevilla y Argel), e incluso algún "flashback", haciendo que la historia tenga volumen y no sea lineal ni plana.

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Por supuesto, el primer capítulo es el incentivo que te engancha y a partir de ahí es pedalear cuesta abajo hasta la página 943. Un acierto total la expresión, la sencillez, pero a la vez, el estilo sobrio y serio que la obra transmite.

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Considero que es una novela muy equilibrada, sin abusos de nada.., bueno sí...se abusa de excelente creatividad para fraguar una historia de drama y suspense, y de rigor histórico.

¿Qué más se puede pedir? Para mí un 10 rotundo.

Enhorabuena

a los autores.