Editorial: Autografía
Páginas: 326
Género: fantasía oscura
La lectura conjunta de esta novela ha sido verdaderamente intensa.
¡Cómo no alterarnos cuando Akashia está en peligro porque el Durmiente ha despertado!
Ha supuesto una auténtica inmersión en el género de fantasía oscura.
La historia está contada por un narrador en tercera persona, que es el autor, quien controla absolutamente todo el libro y acciones, desplegando a su antojo cada vez tramas que se ramifican o complican en un abanico de posibilidades múltiples.
Te recomiendo tener papel y lápiz al lado para ir apuntando personajes, cargos y orígenes.
Aunque al final del libro tienes un glosario de personajes y otro básico de conceptos.
El título ya nos pone sobre la pista que va a haber magia a raudales, y la hay. Desde las pieles de maestro de los Gojem a las chispas en los ojos oscuros de los Ambus, pasando por algunas criaturas y razas mágicas.
El prólogo es excepcional, te engancha hasta el final y la novela, aunque da la impresión de caos por todas las tramas y personajes que aparecen, está perfectamente organizada hacia un objetivo final, (que veremos en los siguientes volúmenes).
El tema aunque es recurrente, la guerra entre el bien y el mal, está presentado de manera original haciendo referencias sutiles a leyendas tradicionales de las que el autor hecha a mano para enriquecer el texto.
El ritmo es vertiginoso porque cada capítulo abre enigmas y personajes nuevos. Sus giros sorprendentes y algunos hasta inesperados que te descolocan en algún momento.
Los personajes enseguida despiertan tu odio o empatía, aun sin hacer grandes descripciones en inmersiones psicológicas.
A destacar algunas frases que son profundas reflexiones en boca de ciertos personajes y la arquitectura, descrita con simplicidad y a la vez detalle.
Lo único que puedo decir no tan positivo es que la novela termina muy abierta y tengo que esperar al siguiente volumen para entender algunas cosas y llegar a algún desenlace de ciertos nudos planteados.
Es una novela muy recomendable y a partir de su lectura he vuelto a creer en la magia. Gran trabajo.
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