Libelo de sangre, de Sandra Aza
Editorial: Nova Casa Editorial
Páginas: 860
Ficción Histórica
Ficción Histórica
Madrid, invierno de 1620. La felicidad del matrimonio formado por Sebastián Castro, un reputado escribano de la Villa, y Margarita Carvajal se tambalea cuando ambos se convierten en los principales sospechosos de un libelo de sangre: querellas que culpan a los judíos de sacrificar a niños cristianos para recolectar su sangre y cuya jurisdicción compete a la Santa Inquisición. Con la hoguera cerniéndose sobre ellos, su hijo Alonso, un muchacho de trece años, inicia la búsqueda desesperada de un modo de salvarlos, propósito que lo arranca de su cálida existencia y le muestra las hieles de la vida. Pese a todo, tres faros prenden luz en las umbrías de su infortunio: amistad, esperanza y un sueño. La amistad se la brindan Juan y Antonio, dos pícaros vagabundos. La esperanza late en una bolsa llena de dinero que parece manejar los hilos del destino. Y el sueño le aguarda en la universidad, donde planea estudiar Leyes, convertirse en abogado y ejercer un derecho capaz de impedir que personas inocentes como sus padres sufran los rigores de la injusticia. Libelo de sangre es una fascinante historia de amor y amistad ambientada en el Madrid del Siglo de Oro, una vibrante pero sombría época en la que, mientras la fe en Dios encendía corazones, los delitos contra ella encendían hogueras.
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No voy a decir nada nuevo que no se haya dicho ya. Es un historia que te absorbe página a página, una fotografía de la época en movimiento que pone en marcha los engranajes de tu cerebro para ver su representación,. Me ha encantado el uso de refranes y expresiones coloquiales con los que me he desternillado de risa (léase, "pavitonta", "roerosarios"...entre otros), he admirado a algunos de los personajes perfectamente retratados... incluso me he enfadado (de buen rollo) con Sandra por algún desenlace que tenía la esperanza de que transcurriera de otra manera. El manejo del lenguaje es excepcional y el mantenimiento de la tensión en la trama con momentos de relajación perfectamente buscado. En mi memoria quedan ya para siempre, además de los protagonistas, las charlas divinas de Teodora y sus famosos torreznos, y los coloquios en clase de don Martín.
Absolutamente recomendable.
Tomo nota. Pronto volveré a los vivos. Ahora, Dumas.
ResponderEliminarDisfruta de los clásicos, estoy segura que Libelo te encantaría entonces😃
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